Gonzalo Cortés Olea
Psicólogo Clínico
Magíster en Psicoterapia

Muchas veces nos obsesionamos con cumplir nuestras metas laborales, nuestros quehaceres y responsabilidades, dándoles todo nuestro tiempo, ya que las otras actividades que pudiésemos hacer nos parecen poco provechosas, una pérdida de tiempo. Pero tenemos que recordar, que hacer cosas que nos diviertan, que nos hagan felices, aunque sea dedicándoles un escaso tiempo de nuestro día a día, nos va a ayudar a liberar las tensiones acumuladas por tanto trabajo, y, por lo mismo, a tener una mejor predisposición al retomar las responsabilidades.

 El truco está en darnos un poco de tiempo para nosotros mismos, un tiempo que de manera paulatina forme parte de nuestra rutina, una rutina concerniente a nuestro propio bienestar, eso que nos permita salir un poco de la presión de nuestras responsabilidades, para disfrutar otros aspectos de nosotros mismos, como puede ser desarrollar nuestras habilidades artísticas (dibujar, tocar un instrumento, etc.), o deportivas (jugar fútbol, caminar, etc.), o simplemente cualquier actividad que nos guste realizar. Sin duda tomar como parte de nuestra rutina diaria un tiempo para nosotros mismos hace la diferencia en cuanto a la energía y al ánimo para enfrentar las diferentes situaciones y complejidades que nos da la vida, porque recordar las cosas que nos motivan y que nos hacen felices, definitivamente son un motor para lograr nuestros objetivos y responsabilidades.

Y el último factor que es interesante abordar, es que tomarnos un tiempo para nosotros, también puede significar un tiempo que compartimos con nuestros seres queridos (pareja, familia, amigos). El ocupar este tiempo propio para estar con las personas que apreciamos, puede generar más beneficios, como fortalecer las relaciones, ponerse al día con esas personas que no vemos hace tiempo, o simplemente relajarse y descargar las tensiones acumuladas por los días de trabajo y quehaceres que hemos realizado.

Por todo esto, con seguridad, tomar un tiempo para nosotros mismos, ya sea con otras personas o simplemente con actividades que disfrutemos, es un plus que agregar para nuestra rutina del diario vivir, ya que es una forma de desconexión momentánea y necesaria para recargar energía, restablecerse emocionalmente y volver a tener la disposición adecuada para cumplir con todos nuestros objetivos.