7 Claves para enfrentar la ansiedad, en tiempos del Covid-19

Gonzalo Cortés Olea
Psicólogo Clínico

Las restricciones de desplazamiento y de contacto social que nos ha impuesto la pandemia, sumadas a la crisis económica, al cambio de hábitos como el uso de mascarilla, el lavado de manos (casi como una obsesión), el teletrabajo, el estudio a distancia, los niños en la casa, los sentimientos de inseguridad, falta de control e imposibilidad de planificación, entre muchos otros factores, sin duda,  han aumentado, fuertemente, nuestros niveles de ansiedad dañando no solo nuestro bienestar, sino, muchas veces también, el de quienes nos rodean.

 

Por ello, puede ser relevante considerar algunas ideas para manejar la ansiedad y mejorar la calidad de vida personal y del entorno:

 

1. Meditar:

Dedicar a esta actividad, unos escasos 5 minutos al día, nos permite centrarnos en el presente. No se trata de poner la mente en blanco, sino de concentrarnos, gentilmente, en nuestro cuerpo, en nuestra respiración, alejados por unos momentos de las preocupaciones por lo que fue o por lo que puede ser, viviendo el aquí y el ahora haciendo presente nuestra propia existencia. Regalarnos 5 minutos para hacer una pausa en nuestras agitadas vidas, nos permite efectuar una recarga anímica para continuar enfrentando el día con mayor energía y mejor predisposición.

 

2. Hacer deporte:

No es necesario batir ningún record, salvo los que nosotros mismos nos impongamos. Basta con caminar en los horarios permitidos o seguir una rutina a nuestra medida porque ayuda a mantenerse focalizado en una tarea específica, que requiere la coordinación y esfuerzo físico puesto en el presente. Mientras se practica deporte, se alejan las preocupaciones, ya que uno se focaliza en cumplir una tarea específica y su logro, genera satisfacción. Además, el esfuerzo físico genera hormonas como las endorfinas, asociadas al bienestar emocional.

 

3. Recordar que no estás solo:

Si bien es imprescindible respetar la distancia social o espacial para salir de esta pandemia de una vez, también es fundamental estrechar los lazos con nuestros seres queridos, afortunadamente la tecnología ayuda a estar cerca aun, estando muy lejos. Comunicarnos con quienes nos dan su apoyo y a la vez, apoyamos, crea un círculo virtuoso que disminuye la ansiedad: saber que no se está solo. Por lo tanto, es tiempo de crear redes, re conectarse con aquellos que pueden estar más alejados y tomar esta difícil situación como una oportunidad de fortalecer los vínculos con esas personas que han pasado y de alguna forma, se han quedado en nuestras vidas. Asimismo, es tiempo de preocuparse por otros, conocidos o desconocidos que pueden necesitar de nuestra ayuda y colaboración. Ser parte de una comunidad, de un tejido social sano, reduce la ansiedad. 

 

4. Tolerancia:

Este punto es uno de los más complicados, ya que, en situaciones de ansiedad y crisis, muchas veces, nos cerramos en opiniones o miradas, provocando una polarización de las ideas, el mundo en blanco y negro, lo que puede producir roces en la familia o el trabajo, sobre todo, cuando se está en condición de cuarentena y estamos obligados a compartir espacios estrechos. El consejo es encontrar el gris: es posible que no compartamos una opinión con alguien, pero eso, no significa que no pueda comprender su postura. Con esto no quiero decir que cambiemos nuestras propias opiniones, simplemente entender que existen muchos puntos de vista distintos, producto de distintas visiones sociales y solo el respeto y el diálogo, generan espacios comunes de crecimiento y desarrollo. 

 

5. Desconectarse:

Es común para todos navegar en las distintas redes sociales, o simplemente navegar en internet u observar los distintos canales de televisión, lo que nos permite tener un sinfín de información. En muchas ocasiones, un bombardeo de datos que puede llegar a agotarnos, especialmente en épocas de crisis, lo que genera ansiedad. Desconectarnos un rato al día de las redes sociales, la televisión y otros canales de información, nos permite enfocarnos en nosotros, calmarnos y con ello, realizar un análisis crítico que no esté sujeto a la alarma si no a la razón, lo que es más beneficioso para nosotros y para los que nos rodean.

 

6. Practicar algún pasatiempo:

Leer, estudiar, descubrir el artista, chef, el profesor, carpintero o la habilidad que sea, que teníamos dormida. Es tiempo de conocernos mejor, ir más allá de la zona de confort y aprovechar este mundo distinto que hemos debido enfrentar para acercarnos a nosotros mismos, a nuestros intereses y diversas potencialidades. Saber que podemos desarrollarnos, adaptarnos e incluso disfrutar en momentos complejos, nos da tranquilidad y confianza en nosotros mismos. 

 

7. Agradecer:

Puede leerse poco atinada esta idea, debido a la situación que estamos viviendo y que estoy muy seguro que, a todos, nos ha afectado de alguna, o muchas, maneras. Pero el detenerse un momento, tranquilizarse y realizar el ejercicio de reflexionar, por ejemplo, acerca de tres cosas que podemos agradecer en nuestras vidas, ayuda a que nos demos cuenta de lo que tenemos, de la gente que nos rodea y de las cosas que, por más pequeñas que sean, podemos disfrutar. De esa forma, en vez de concentrarnos solo en lo negativo, démonos una fracción de tiempo para valorar lo que tenemos y sentirnos agradecidos y sobre esa base, planificar, soñar con lo que queremos y podemos lograr.